martes, 1 de septiembre de 2015

Unamierdapinchaenunpalo


Unamierdapinchaenunpalo. Nos doblamos de la risa, no por la expresión, sino por la forma en que lo dijo, señalándome con el dedo y así todo de seguido, como lo escribo.

- Como no vengas eres unamierdapinchaenunpalo. Y dejaré de hablarte, que lo sepas.
- Jajaja, joder macho, como te pones.
- Ni como me pongo ni hostias, ya lo sabes.

Kilómetros y kilómetros, arriba y abajo todo el verano. He quemado hasta las ruedas, de hecho las tuve que cambiar. Pero bueno, allí estaba, ¿lucecitas y banderines? Bah, da lo mismo, vengo a emborracharme.
Quería llegar, tengo que reconocer que esa tarde esperaba algo…, no sé, no sé porque lo esperaba, pero no pasó nada. Quizás sea mejor así.

Y empezamos… y que mejor para empezar que algo de grasa, para lubricar el cuerpo, no podía ser de otra manera. Panceta, choricitos, morunos y morcillitas. Venga, to pa dentro.

- ¿Qué? Parece que tienes hambre… ¿no te han dado de comer este verano?
- Ceno mal últimamente.
- Pues venga dale, a ver si engordas estos días…, espaleti.

Me gusta asomarme a la puerta, ver a la gente de un sitio a otro. Notar y sentir el ambiente después de tantos años.

- ¡¡Ehhhh!! ¿Qué pasa? Pásate luego a tomar un pelotazo ¡mangurrian!
- Vale trastornao, luego voy.

Para ver al trastornao, tengo que pasar por delante. Por delante de recuerdos, por delante de miradas.

- Hola Olga, ¿Qué tal?
- Quique… vida… ¿eres tú?
- Jajaja, sí claro, soy yo.

Seguía llamando vida. Seguía teniendo mucha vida. Y seguía hablando con esa rapidez y desparpajo, con esa fuerza, que me hacía sonreír. Tan encantadora como siempre.
Hay otras miradas, pero es mejor pasar de largo, no saludar, con la mirada lo dices todo. Dices el cariño que sientes.

- ¿Qué pasa trastornao? Buenas noches a todos.
- Buenas noches cabronazo de mierda.
- Joder, como os cuidáis, ¿no?
- No vamos a ser como vosotros, ¡no te jode! Aquí cenamos calidad, no como otros muertosdehambre.
- Jajaja, eres un zampabollos, ¿no ves cómo te estas poniendo?
- No me vengas tocando tú también los cojones, ¿Qué bebes?
- Ron. Cacique. ¿Tenéis?
- Pues claro, toma barlochi.
- Gracias. Oye, ¿y mi camiseta?
- Ala venga, ya estamos, no tienes lo que hay que tener.
- ¿Tú crees?

Soy sincero, me puse muy chuzo. De estas veces que vas como en una nube, que te descojonas vivo. Saludando y pululando de un sitio a otro. Pero chica… ¡que nos van a mirar todos!, ¡upss…! Jajaja ¡no te vayas aún!
¿Qué sería de unas buenas fiestas sin la correspondiente y casi siempre divertida pelea popular? Se va a liar… ¡patas arriba! la mitad del baile por los suelos, ¡me cago en Dios!
A ver… digo divertida, porque solo unos minutos después ya te estas riendo.
Lo más cojonudo fue ¡lo mato! y ese tío rebotando y deslizándose por el asfalto, él solito oye, sin ayuda de nadie. Alpasandías, tragacervezas, se puso de medio lado y se levantó como pudo. Aún me descojono.

Tengo que reconocer que dormí como un bebe. Tengo que reconocer que es relajante sentir que puedes dormir, saber que nada, ni nadie, molestarán tu descanso. Que puedes levantarte a la hora que te salga de los mismísimos cojones.

Me desperté. Me fui a levantar y gemí del dolor. Joder… me dolía el cuerpo entero. Sentía los brazos entumecidos, sería de sujetar, entre otros, al alpasandías, o también de sujetarme a mí, ya ni me acuerdo. ¡Clac! Era mi rodilla… sonó al levantarme de la cama. La miré. Estaba hinchada la pobre y me dolía. Sería de los saltos del baile, de caer mal, será que me hago viejo…, será gota… ¿gota? ¿¿gota?? Estas grillao tío…

Me levanté con la duda. Tanto alcohol…
Aproveché un watsap de Pablo preguntándome que tal, para hacerle la consulta.

- Oye tío, ¿tú crees que será gota?
- Si, sin duda, háztelo mirar sin falta.

Mecagoento… Salí a la calle y me cruce con uno de mis primos.

- Debe ser gota macho…
- Jajaja, ¿pero qué dices? ¿quién te ha dicho eso?
- Joder yo que sé, alcohol, grasa, articulación hinchada…
- Jajaja, ¿con tu peso y edad? Y además la gota empieza por el dedo gordo del pie.
- ¿Ah sí?
- Si… qué harías anoche…

¡Bien! ¡No tenía gota!, ¡yupi! dolorido pero sin gota. Conteste a Pablo, se descojonaba de la risa. Vamos a tomar algo.

Esa morena apoyada en la pared. Sonriendo con sus gafas de sol. Y yo con las mías.
Me suena… me está mirando. Lo sé. Se nota. Esta sonriendo y me está mirando tras los cristales, como yo la miro a ella. ¿La conozco? Esto es raro…
Me fijo en ella. Tatuaje en el tobillo. Morenaza.
Se acerca, se está acercando, se planta delante, sonriendo, se quita las gafas de sol.

- ¿Eres Quique verdad?
- Pero… Rebeca…

Me abrazó y me plantó dos besazos en las mejillas, de estos que suenan.
Siempre, siempre, siempre con esa sonrisa en la cara.
Mi mente viajo en el tiempo…

- Joder, llevo un rato diciéndome que me sonaba tu cara…
- Ya, yo igual. ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿veinte años?
- Pues si… por ahí, veinte años…
- ¿Qué tal te va guapo?
- Sigues igual… igual de guapa…

Nos quedamos mirándonos, a los ojos. Nos dio por reír, agachamos la cabeza.

- Me ha encantado volver a verte, de verdad.
- A mí también Quique.
- ¿Sales luego? Sal y nos tomamos algo.
- Gracias… pero no, no creo…
- Ya… bueno, entiendo, como quieras.

Nos volvimos a abrazar. Puso su mano en mi cara y volvió a darme esos dos besos. Note su cariño. Note que se acordaba. Adiós Rebeca. Adiós Quique.

Me he paseado entre ellos. He paseado con ellos. Te ven venir y huyen a tu paso, son ellos los que huyen de ti. Me gustaban aquellos que estaban solos y te miraban fijamente, sin inmutarse, quizás, incluso, entendiendo todo, ¿Por qué no?
Y luego… Es increíble, es su sangre. Sinceramente los amo.
¡Corred chicos corred! Su primer encierro. Los dos traspasaron las rejas y, aun así, siguieron corriendo como alma que les lleva el diablo. Me partía de la risa.

Hamburguesas. Dos. Tenía hambre.

- No… si al final el espaletillao nos engorda…
- Jajaja, que quieres macho, tengo hambre.
- Hay tarta también.
- ¿Tarta? Mmm ¿de chocolate? ¡rica!

Suele suceder que si la noche anterior te has cogido una buena cogorza, no te apetece mucho probar el alcohol, pero claro, rodeado de ¡aleostiascopon!, pues eso, le das otra vez, te entra ya como si fuera agua.
Era momento de relajarse y compartir momentos y risas con la Comunidad.
Algunos de ellos se les notaban ya un poco agotados. El enano se arrastraba andando, al Rey se le notaba en la cara y el elfo estaba desaparecido en combate.
Quería animarles, aunque sabía de su fuerza. Va, con tres pelotazos como nuevos.

Cada vez más gente. Y más. Todo lleno. 3, 4, 5, 6… madrugadas, perdiendo ya la cuenta de los fresquitos. Aunque llega un momento que te entra el bajón y tu cuerpo te pide descanso. Abrí la ventana y me quedé escuchando las voces y risas de los últimos borrachuzos, escuchando a mi lechuza al fondo del valle. Duerme Kike duerme...

 
Cafecito rico por la mañana. Tranquilamente. Aún me duele la rodilla, pero ya no está hinchada. Ya no recordaba esa sensación, esa imagen, de estar con el café en la mano viendo correr a los toros desde la ventana, sin importarme nada más.

La tarde la dedique a dormir, sabía que por la noche no lo haría.

Otra noche de grasa y fresquitos. Has acabado con el cacique busi…

- Oye, ¿pero esto es la puta música que gusta ahora?
- Eso parece. Y que sepas que así no se baila.
- ¿Ah no? ¿pues cómo?
- Moviendo la mano así.
- ¿Así? La madre que me pario…

Me acerqué al Elfo. Alto. Fuerte. Joven y guapo. Aun así supe que la mierdapinchaenunpalo era él en esos momentos.

- ¿Qué tal? Te veo mala cara…
- Estoy machacado tío.
- Ya… lo sé. Cansancio mental, que es peor aún, que te agota.
- Pues sí.
- Anímate. Baila con tu chica joder.
- ¿Bailar? Que dices macho, que va.
- Pero… ¿tú te piensas que te están mirando? ¿tú te piensas que alguien está pendiente de ti?
- No lo sé…
- Jajajaja, pues que sepas que no. Olvídalo. Disfruta. Te lo mereces.
- Gracias Quique.
- Cállate anda, invítame a un fresquito y cambia ese careto, que pareces un portero de discoteca.

No había paredes, puertas ni ventanas capaces de aguantar aquel ruido. Retumbaba dentro, fuera, en todas partes. Tenía claro que esa noche los iba a acostar a todos. Iban cayendo de uno en uno. Miré atrás y me encontré con el primito trastornao. Los dos llevábamos ya unos cuantos encima.

- Así no se baila zopenco.
- ¡Anda ya! No tenéis ni puta idea de mover el cuerpo.
- Jajajaja, ¿y tú si no?
- Pues claro, no valis pa na, ¡pa na! ¡Lastimosos!
- ¿Ah no? Te hago una apuesta tontarrio.
- A ver… ¡qué sabes que te gano!
- Me quedaré hasta el final y me subiré al escenario, cogeré el micrófono y diré que por mis cojones nadie se acuesta hasta que se haga de día, que si yo no duermo, los demás tampoco.
- Jajajaja.
- A cambio, tú iras a por churros para todos, para desayunar.
- ¡Hecho! ¡Por la madre que me pario!
- Jajajaja.

Más madrugada. Miraba atrás y allí seguía el trastornao, moviéndose como eso mismo, riéndose y guiñándome el ojo. Joputa…
Miré adelante, miradas y más miradas. No te reconozco. ¿A éste…? Es que no le has conocido antes. Pero ya no es el momento. Más madrugada. Miré atrás. El trastornao había desaparecido, verás mañana cuando le vea.
Me di cuenta que me había quedado solo. No era la primera vez. Ni sería la última.
Me fume el último cigarro. Solo tuve que andar unos metros y dejarme desplomar. Esto se acaba chicos, nos tenemos que ir. Y se acabó. Silencio total.

Al día siguiente tuve camiseta nueva y churros para desayunar. Sonreí...

- ¿Ya te vas hombre?
- Sí, hay que volver. Algún día me quedaré, pero aún no.
- Repetirás el año que viene, ¿no?
- Ya veremos…
- Descansa, nos vemos.
- Nos vemos si, descansad vosotros, hasta la próxima.

 

4 comentarios:

  1. Mira que son brutas las fiestas de los pueblos! Cada día se honra a un santo, santa, virgen, a Cristo...de la manera más cristiana: bebiendo, comiendo y bailando hasta reventar. Jajajajaja.
    Pero a ti no se te pasa nada por alto, mi querido Kike. El sentido de la comunidad, de la hermandad a pesar del paso del tiempo. No obstante, cuídate esa rodilla. ;)

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  2. Mira que son brutas las fiestas de los pueblos! Cada día se honra a un santo, santa, virgen, a Cristo...de la manera más cristiana: bebiendo, comiendo y bailando hasta reventar. Jajajajaja.
    Pero a ti no se te pasa nada por alto, mi querido Kike. El sentido de la comunidad, de la hermandad a pesar del paso del tiempo. No obstante, cuídate esa rodilla. ;)

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    1. Jajaja tienes razón Eva...y también es verdad q me gusta fijarme en otras cosas.
      Te invito a las del año q viene y...como no vengas. ..ya sabes...!seras una mierdapinchaenunpalo!

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    2. Jajaja tienes razón Eva...y también es verdad q me gusta fijarme en otras cosas.
      Te invito a las del año q viene y...como no vengas. ..ya sabes...!seras una mierdapinchaenunpalo!

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